Balance de año, actualidad y relación con el gobierno provincial

En diálogo con El Medio Mundo, el presiente comunal Rubén Ranzuglia realizó un balance de año en torno a las obras concretadas en la localidad pese a las dificultades que trajo consigo la pandemia de Covid-19. Además se refirió al comportamiento de la población frente a las medidas adoptadas e hizo alusión a la actualidad del distrito, a la relación que mantiene con el gobierno de Omar Perotti y a uno de los obstáculos que debió sortear su administración dado que en un momento la policía local se había quedado sin patrullero y el personal recorría las calles con una camioneta prestada por la Comuna.

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Último reportaje realizado a Rubén Ranzuglia antes de su internación, a quien le deseamos una pronta recuperación.

–  ¿Qué balance puede realizar del último año en materia de obras?

– En ese sentido la pandemia no nos afectó para nada. Se han hecho muchísimas cosas. Construimos 124 nichos en el cementerio local y avanzamos en cordón cuneta y parte de cloacas. La obra pública no paró nunca. También compramos un camión y un tanque regador nuevo, al igual que máquinas cortadoras de césped. Colaboramos con el SAMCo, se acondicionaron salones para pacientes con Covid mediante el aporte de más de un millón de pesos y aportamos un millón ciento cincuenta mil pesos en efectivo y 300 litros de combustible a Bomberos, sumado a que la Comuna le paga el sereno que está por las noches. De igual manera ayudamos a los clubes porque tenemos la obligación moral de hacerlo. Entre Blanco y Negro y Los Andes, que son los dos clubes más grandes del pueblo, nos contienen a 800 chicos.

– ¿En qué estado se encuentra la localidad hoy?

– Creo que vamos por buen rumbo. La economía está equilibrada, estamos colocando luces led en todo el barrio Avellaneda, que fue siempre un sector marginado de la localidad, y si podemos vamos a completar todo el pueblo. Hace unos días firmamos un convenio para la construcción de cinco viviendas en lote propio, pero tenemos un problema que lo hemos planteado: había 11 casas que se arrancaron en 2013 y no sé por qué motivo quedaron abandonadas. Se terminaron cinco y las otras seis las teníamos prácticamente terminadas, faltaba conectar algunos servicios como agua y cloacas, pero entró el vandalismo a romper puertas y ventanas. Lo que hicimos fue sortearlas igual y desde la Comuna aportamos los materiales para que puedan continuarlas. En este punto quiero explicar que, desde que se fue el gobierno socialista (de la provincia), no ingresó más el dinero. Además, el importe se fue licuando y la inflación lo fue superando. Por lo tanto fue un trabajo que hicimos a pulmón. Y a pulmón también hemos hecho barrios enteros de cloacas.

– ¿Cómo fue el comportamiento de la población ante la llegada de la pandemia?

– El pueblo se portó re bien. Hay gente que por trabajo tenía que viajar, llevar y traer mercadería, y algunos negocios se quedaron sin abastecimiento. Ahí se entró a achicar la economía. La gente quería subsistir. Estando todo cerrado, Alcorta se cayó económicamente. Pero creo que la salida más elegante fue empezar a liberar todo esto. Aparte la situación venía complicada y voy a explicar por qué. A mí hasta me llamó un fiscal a las 9 de la noche para decirme que un político lo había llamado porque yo no lo dejaba entrar. No tienen vergüenza algunos políticos, querían entrar a hacer publicidad también, para la foto, en plena pandemia, cosa que no me he bancado y no me voy a bancar nunca porque no me gusta. Tal vez no soy un político tradicional, soy un chacra, pero todo lo que hice fue consensuado con todos los compañeros de grupo. Trabajamos lo mejor que pudimos. A veces entraba una ambulancia de un pueblo vecino con 10 personas, donde cuatro a lo mejor iban al SAMCo y seis iban a los comercios a comprar cosas. Entonces se entró a descarrilar la situación.

– Y en la etapa actual, ¿cómo observa el contexto?

– Los fines de semana estamos teniendo problemas con los jóvenes ya que es muy difícil hacerles respetar el horario de circulación. Tenemos un pro y una contra: si cerramos los bares a la una de la madrugada los chicos no se quedan acá, viajan a otro pueblo. ¿Y si pasa algún accidente? Por eso estamos trabajando junto a la policía para reforzar los controles. Alcorta es el pueblo más grande a la redonda, tenemos la plazoleta que es inmensa y está nueva, y se nos juntan los chicos. Están al aire libre pero son muchos. Realmente es muy difícil hacer cumplir. De todas maneras la población se sigue cuidando. Hubo fallecimientos en la localidad a causa del Covid, entonces la gente entró a tener conciencia. Imaginate que somos todos conocidos y en un momento tuvimos 110 positivos. Muchísimos.

– La Comuna informó, a fines de octubre del año pasado, que los móviles policiales de la Comisaría 2° se encontraban todos fuera de servicio. ¿Cómo resolvió esa problemática?

– En un momento dado la policía local se había quedado sin patrullero, así que los efectivos andaban con la camioneta comunal. Nadie se ocupó. Los políticos se olvidaron de todo. Será porque la policía tiene dos votos no más. En vez de si vos regalás una pelotita de paleta, a lo mejor conseguís 15 votos ahí. Entonces es más fácil dar 20 mil pesos para jugar a la paleta y no el patrullero o comprar una goma. Pero a nivel provincial nos dieron una mano y en esto quiero agradecer al subjefe de Policía y a las autoridades de la Unidad Regional VI de Villa Constitución por las gestiones realizadas para que Alcorta tuviera camioneta. Eso sí: no tenemos personal. Hay días que tenemos entre 4 y 5 efectivos para toda la localidad.

– ¿Cuál es la relación que mantiene su gestión con el gobierno provincial?

– Siempre tuve una buena relación con todos los gobiernos, con el socialismo y con el peronismo. Puedo tener diferencias con (Iván) Camats, con el senador (Germán) Giacomino, pero no a nivel provincia. Me atienden muy bien desde los ministros hasta el gobernador. Me siento orgulloso cuando llego a Santa Fe y cuando vuelvo por la manera en que me atienden. Tal vez tengo diferencias con políticos de segunda y tercera línea, con quienes no comparto un montón de cosas. La foto sirve para cuando te morís y la ponen en la placa del cementerio. Está clarito lo que digo, ¿no? Re claro. No que anden con las fotos todo el día y con el fotógrafo a la rastra. Queda fulero. Es una falta de respeto total. Y si a la semana de que terminaran las elecciones se sacó toda la cartelería política en el pueblo porque había que sacarla, hoy después de un año y medio todavía andan haciendo política con la camioneta ploteada. No tienen vergüenza.