Juliana Fontana, una artista que brilla con luz propia

La joven molinense se destaca en las disciplinas de danza y canto solista y en septiembre volvió a participar, por segundo año consecutivo, en la final de los Juegos Culturales Evita llevada a cabo en Mar del Plata. El recuerdo de sus comienzos, las primeras presentaciones, quiénes son sus referentes y cómo sigue su carrera artística en lo que resta del 2023.

Por Ana Clara Spinelli

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Juliana Fontana acaba de cumplir 15 años y desde muy chiquita está ligada al mundo del arte, una pasión que lleva en la sangre y que crece de manera exponencial gracias al amor y el acompañamiento diario que recibe de su público. En diálogo con Hola Vecinos, y siempre acompañada por su papá «Bocha», contó que su mamá Natalí Fioravantti, el ángel que la cuida desde el cielo, es su máxima referente junto a la cantante Soledad Pastorutti.

«Empecé a bailar a los 3 años con Marina Lucarelli y, si bien todavía no conocía el folclore porque era chica, me encantaba bailar o escuchar cantar a otra persona», señaló Juliana, y continuó: «Mi mamá también empezó a cantar desde chica y en casa siempre había música. Es una pasión que siempre estuvo y a medida que fui creciendo me di cuenta de que era lo mío. Me gusta todo el arte en sí porque creo que es una forma de expresarnos».

Luego, comenzaron los viajes a Rosario a los fines de reforzar el aprendizaje en Cuba Ballet, un espacio multidisciplinario de la danza en donde logró adquirir las herramientas necesarias para continuar con el proceso de formación. «Eso me sirvió un montón para todo lo que hago», explicó la joven. Actualmente toma clases con Diana Gómez, la profe de Godoy que enseña en la Sociedad Italiana de nuestra localidad, con quien aprende contemporáneo y jazz lírico, una forma de baile moderno que fusiona jazz y ballet clásico.

El año pasado participó en talleres de danza junto al profe Mauro Ibarra y, a su vez, se anotó en los Juegos Culturales Evita, en la disciplina danza solista, donde clasificó a la instancia nacional y viajó por primera vez a la ciudad de Mar del Plata. Para Juliana, la experiencia fue «espectacular» porque «a todos nos gusta el arte y eso es lo bueno, poder compartir con chicos de otras provincias, conocer sus culturas, cómo se manejan, como por ejemplo los correntinos que se ponen a chamamecear en cualquier lugar. Es hermoso».

Apenas se enteró de que había sido seleccionada por el jurado, Juliana corrió a contarle a toda su familia. «Estaba recontenta y emocionada, porque representar a tu provincia y a tu pueblo es un orgullo enorme», aseguró. Y este año, como no podía ser de otra manera, fue por más: volvió a inscribirse en los Juegos Evita, pero esta vez en la disciplina canto solista, lo que significó todo un desafío para esta joven artista que comenzó a incursionar en el nuevo rubro hace poco más de un año.

Tan fresca y suelta como a lo largo de toda la entrevista, no dudó un instante en afirmar que en danza se siente mucho más cómoda, pero que el canto le va gustando cada vez más. De hecho, está estudiando en Arroyo Seco, precisamente en la Academia de Lucas Boschiero, ex participante de Operación Triunfo y actual corista de «La Sole». En este punto, remarcó que tanto su mamá como la oriunda de Arequito son sus dos grandes referentes dentro de la música.

En su presentación de este año en la ciudad balnearia, y ante un auditorio lleno, se vivió un momento muy emotivo cuando Juliana le dedicó unas palabras a su ángel protector. «Siempre trato de mencionar a mi mamá en todos los lugares a donde voy a cantar porque si no fuera por ella no me hubiese gustado el folclore. Fue muy lindo ese momento, lo disfruté mucho», reveló.

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Su debut como cantante se dio el año pasado en la plaza San Martín en el marco de los festejos por el Día de la Madre. «Recuerdo que estaba muy nerviosa porque era la primera vez que tocaba la guitarra sola. Ahí arranqué con rock nacional, que es más sencillo, pero después le agarré la mano a la guitarra y seguí con el folclore», declaró. Más tarde llegaron otras presentaciones en las que supo desplegar todo su talento y encanto: participó de una peña en Santa Teresa, en el Canal 4 de Acebal, en una muestra en General Lagos y en Oratorio Morante con la compañía de Juan Rivas.

La joven, que en la actualidad cursa el segundo año del nivel secundario, se tomó unos minutos para agradecer a todas las personas que la impulsan y la alientan en este camino del arte que decidió emprender desde muy temprana edad. A su papá, a sus abuelos y tíos y a cada integrante de las familias Fontana y Fioravantti. También destacó el gran apoyo que recibe por parte de Félix Molina y de Facundo Guerrero, con quienes suele ensayar siempre que tiene la oportunidad.

«Me acompañan a tocar a todos lados y son los que me ayudan a seguir con esto, así que les agradezco un montón porque no sé si hubiese hecho todas las presentaciones que hice si no fuera por ellos», dijo entusiasmada. También mencionó a Analía Antonelli, presidenta de La Casa Espacio Cultural, por estar en permanente contacto durante los días que viajaron a Mar del Plata junto a Dylan Piris (freestyle) y a Jazmín Lastra (fotografía), haciendo extensivo el agradecimiento a la Comuna de Juan B. Molina por el traslado hasta Rosario y al Ministerio de Cultura de Santa Fe por la convocatoria.

En la recta final del año, la bailarina y cantante se prepara con todo para encarar nuevas metas. Actualmente brinda un tallercito de danza a peques de 3 a 6 años y, a su vez, continúa ensayando para llegar de la mejor manera a sus tres próximas presentaciones: el Festival «Día de la Tradición», organizado por la Cooperativa de Servicios Públicos, que tendrá lugar el 11 de noviembre en el campo de deportes del Club Atlético Jorge Molina; el Certamen de Canto que organiza la Comuna de Sargento Cabral para la 2ª Fiesta del Inmigrante a concretarse el 20 de noviembre; y el gran festejo por el 115° aniversario de la fundación de Juan B. Molina previsto para el domingo 3 de diciembre.

Juliana, como toda gran artista, sueña en grande. Y el futuro cercano seguramente la encontrará estudiando el Profesorado de Danzas y también de Canto con un objetivo claro: abrir una academia en su pueblo natal. «Es mi sueño desde chiquita. Siempre suelo tomarme de ejemplo en el sentido de que muchos jóvenes tenemos que trasladarnos a otros lugares para poder capacitarnos», agregó la joven, y completó: «Por eso, mi deseo es hacer una academia artística donde haya danza y canto. La idea sería invitar a otros profesores y que sea regional, para que las personas que viven en pueblos cercanos puedan venir a capacitarse a Molina».