La encargada del Proyecto Cultura Ambiental de la Comuna de Pavón Arriba, Carina Musura, explicó el valor que tiene hoy en día el reciclado de residuos y cómo trabajan para lograrlo en la localidad. Además, brindó detalles acerca del procedimiento que utilizan para preservar las pilas y evitar que contaminen y cuáles son los contenedores que hay en el pueblo, cada uno con una función específica.
Por Miguel Ángel Spinelli
Concientizar al vecino sobre la significación de no contaminar el ambiente es una tarea que requiere de mucho trabajo y esfuerzo. Carina Musura trabaja en Cultura Ambiental desde principios de 2020, año en el que se comenzó solo con la separación de residuos para empezar a reciclar con vidrio, plástico y cartón.
Actualmente, pudieron agregar latas de aluminio y hojalata que son recolectadas de los canastos que se encuentran en el distrito. “Vamos a seguir colocando contenedores, la idea es poner dos por cuadra y separar la basura, es decir, lo que ya no se puede reciclar de lo que sí se puede para luego ser retirado por la gente de recolección, llevado al galpón, compactado y enviado a la planta de reciclado”, señaló Musura.
Un tema fundamental es el desecho de las pilas. Según comentó la encargada del proyecto, las empresas fabricantes de pilas “no reciclan los elementos que al ser tirados a la basura contaminan porque creo que ellos encontraron el negocio en la fabricación, pero no en resolver el tema de qué hago con los residuos cuando esto deja de funcionar”.
En ese sentido, se resolvió efectuar la preservación para que no contaminen. El proceso que llevan adelante es, en primer lugar, encapsular dentro de un recipiente plástico con tapa a rosca para luego rellenar con algo que lo proteja de la humedad como aserrín, arena o tierra seca. Finalmente, se sella esa cápsula y se coloca dentro de un cemento evitando el contacto con el ambiente.
Musura explicó que se trata de una cuestión muy importante para debatir, principalmente porque no hay muchas soluciones viables para combatir esta problemática de contaminación grave. “Una pila, luego de tener contacto con la humedad y el ambiente, al deteriorarse, elimina componentes que van a contaminar la tierra y el agua”, aseguró.
Por otro lado, la encargada del proyecto contó que están trabajando en otros puntos de la localidad con diversos temas. En la farmacia y en el SAMCo se encuentran los puntos amarillos, que indican el descarte de medicamentos vencidos, blíster plásticos y todo lo referido a residuos patogénicos. El contenedor verde, ubicado frente al nosocomio, es el encargado de almacenar el aceite de cocina usado.
“Esto va a la Refinería para hacer biocombustible”, señaló Musura y agregó: “Son distintos acuerdos que vamos firmando a través del tiempo para poder acopiar todo tipo de residuos y que cada vez esto vaya creciendo de una manera óptima”.
Por su parte, en la escuela se encuentra el contenedor de EcoBotellas. En él se localizan los papeles de un solo uso y plásticos no reciclables y luego eso pasa a la fábrica de madera plástica. “Esto no solo evita tener un montón de papel de un solo uso tirado, sino que también con el uso de la madera plástica dejamos de usar la madera común, que lo que hace es promover la tala de árboles», concluyó.