La flamante presidenta comunal de Uranga, Anabel Scaccia, realizó declaraciones para el periódico El Medio Mundo acerca de la actualidad del distrito al cumplirse los primeros 100 días de gestión. Asumió en diciembre del año pasado dentro del espacio Vecinal Uranga y, a través de una amena entrevista, hizo un repaso por la situación que atraviesan las distintas áreas que se desprenden de la administración comunal.
– ¿Qué balance puede realizar de los primeros 100 días de gestión?
– El apoyo de la gente fue una sorpresa y una gran alegría. Los primeros días, sobre todo diciembre y enero, fueron los meses más complicados porque uno trata de acomodarse administrativamente, pero ya un poco mejor, agarrándole la mano a la gestión comunal y con muchos proyectos por delante para trabajar en conjunto con Provincia.
– ¿Uranga es una localidad de cuántos habitantes?
– 950 habitantes.
– ¿En qué sectores observa las mayores dificultades?
– Tenemos una complejidad a nivel comunal en cuanto a las herramientas debido a que ya tienen su trayectoria y su uso, entonces lo que más se nos complica son las tareas cotidianas que tenemos que realizar en nuestra localidad. Y, después, uno trata de trabajar cotidianamente todos los días para ver qué es lo que se puede mejorar. Uranga tiene un déficit habitacional muy importante, entonces estamos trabajando también en gestiones sobre viviendas y en todo lo que uno vaya consiguiendo. Hace dos años que con Vecinal Uranga venimos trabajando, donde fuimos construyendo y zanjando un camino y viendo a su vez en cada ministerio qué herramientas contamos como para bajar a nuestra localidad. Estamos en constante evolución y tratando de buscar lo necesario para que nuestros habitantes tengan un buen vivir.
– ¿Qué espacios confluyen en la Vecinal Uranga?
– Hay una diversidad de partidos, somos vecinos con distintas ideologías políticas, cada uno tiene su pensamiento y su ideología privada. Vecinal Uranga es un partido político local y precisamente lo que nos une es el bienestar de nuestro pueblo. Todos somos oriundos de esta localidad y queremos lo mejor. En el 2019, cuando se conformó Vecinal, lo que nos unió fue eso… teníamos un objetivo en común que era trabajar por nuestro pueblo porque pensamos seguir desarrollando nuestra vida acá, con nuestros hijos, y uno apela a tener un lindo lugar para vivir.
– Desde la administración comunal, ¿pretenden apuntar de lleno a la obra pública?
– Sí, por supuesto. Obra pública y viviendas. Nuestros habitantes –sobre todo hay muchos jóvenes– tienen una necesidad fundamental en la vivienda. Hoy ya no quedan casas para alquilar, entonces muchos chicos y muchas familias jóvenes que se están conformando se están yendo a alquilar a otra localidad. Emigran, y eso es precisamente lo que no queremos. Uno quiere que los chicos que se criaron acá y que formaron su familia se queden y apuesten por su pueblo. En obra pública tenemos la problemática de la entrada a la localidad, que es la ruta 26, donde hay que reprogramar el acceso porque es bastante peligroso. De hecho ya presentamos un proyecto en la Dirección Provincial de Vialidad para hacer un mejoramiento de ese ingreso, que haya dársenas de descanso y que sea más amplio dado que hoy quedó muy cerrado y eso puede ocasionar un accidente, además de la velocidad con la que circulan los vehículos. Desde que se habilitó la ruta 26 desvían muchos camiones y el tránsito es mucho más fluido.
– ¿Cómo observa al sistema de salud de su distrito?
– Siempre estamos tratando de mejorar. En diciembre presentamos una nota al Ministerio de Salud para gestionar el traspaso de Centro de Salud a SAMCo. Este es un proyecto que hace muchos años otras gestiones y otros vecinos venimos tratando de gestionar y de poder concretar. Estamos peleando esa gestión para que se convierta en un SAMCo donde los beneficios van a ser mayores, el servicio de salud es mucho más amplio y de esta forma se pueda descongestionar un poco también la caja comunal ya que hoy en día el Centro de Salud depende cien por ciento de ella. La idea es poder agregar más especialidades y tener guardias médicas. Vamos por este camino; no obstante eso, en el mes de diciembre pudimos gestionar una ambulancia más actualizada de la que teníamos anteriormente.
– ¿Cómo es su relación con la educación pública primaria de Uranga?
– Con los directivos de la escuela tenemos una relación excelente, ya tuvimos reuniones donde nos pusimos a disposición para varias necesidades que atraviesa la escuela y para trabajar en conjunto durante este año y el año que viene, así que con muchos proyectos también.
– ¿En qué estado se encuentra la localidad en materia de seguridad e iluminación?
– Uranga es un pueblo muy seguro, el sistema de seguridad es muy bueno y el objetivo es seguir manteniendo esa actualización. Yo creo que en seguridad uno nunca debe quedarse quieto o conforme con lo que tiene, siempre hay actualizaciones y la tecnología va avanzando y las proyecciones van avanzando. Ahora estamos trabajando en esta cuestión de las cámaras de seguridad para mejorarlas con tecnología un poco más avanzada de la que tenemos; a su vez hay una guardia privada y trabajamos en conjunto con el comisario, con la policía local, para brindar un mejor servicio. En iluminación también porque entendemos que acompaña al sistema de seguridad. Estamos conformando un grupo de trabajo con vecinos de la localidad interesados en participar en este tema, sobre todo representantes de las distintas empresas locales, para poder seguir avanzando. Es uno de los puntos fundamentales de la gestión.
– ¿Cuál es el trabajo que se viene realizando en torno al mantenimiento de los caminos rurales?
– Era uno de los reclamos de los vecinos, de los agricultores, porque hacía bastante tiempo que no se mantenían los caminos rurales. Si bien Uranga no tiene una gran cantidad de kilómetros en caminos, sí faltaba mantención. Nuestra gestión, preocupados por eso y viendo de qué forma podíamos ayudar a los productores agropecuarios que verdaderamente necesitan esos caminos para levantar su cosecha y trabajar sus propiedades, pudimos comprar un tractor usado que sirva para esas tareas más pesadas. Vamos a hacer las mantenciones necesarias para que puedan pasar ahora, pero después de la cosecha se viene un trabajo bastante profundo porque hay que acomodarlos con un trabajo bien particular y específico.