El 25 de marzo, en horas de la noche, tuvo lugar la cruzada solidaria «Todos por Cristian», cuya causa nos convocó en la Sociedad Italiana con el fin de colaborar con este joven de 26 años que a principios de abril será sometido a una doble intervención quirúrgica muy costosa.
Por Ana Clara Spinelli
Durante el evento, que fue organizado de manera conjunta entre la Comuna de Juan B. Molina, la Cooperativa de Servicios Públicos, FM La Loma 91.5 y Radio Noventa FM 99.7, se realizó una gran cantidad de sorteos que fueron donados por vecinos de la localidad y de pueblos aledaños y, sobre el escenario, diferentes artistas deleitaron a todos los presentes con su música y baile.
Fue el propio Cristian Brandi quien explicó –mediante dos audios enviados a Radio Noventa– cómo se originó el problema de salud que está atravesando. “Mi condición comenzó dos días después de aplicarme la tercera dosis de la vacuna contra el Covid-19, que fue el 26 de enero. Arranqué con un adormecimiento en el pie izquierdo, como si fuera un calambre muy fuerte, y al día siguiente ya tenía todo el lado izquierdo acalambrado. No genera dolor, pero es una molestia constante”, comentó.
A las pocas horas, y tras haber tomado una siesta, sintió una opresión en el pecho que lo asustó sobremanera. “Al principio pensé que me estaba agarrando un ACV, así que fuimos rápidamente al doctor (Carmelo) Grande en Rueda, que fue el primer médico que consulté. Él me hizo un electrocardiograma y pruebas de reflejos, y afortunadamente descartamos esa posibilidad”, aseguró Cristian, y agregó: “Me recomendó que en caso de seguir con esos síntomas vaya a un neurólogo y así fue que a los dos o tres días visitamos a un especialista en Rosario, donde quedé internado en el Hospital Español”.
Allí le practicaron una serie de estudios, entre ellos una tomografía, una resonancia y una radiografía, cuyos resultados arrojaron que la vacuna contra el Covid-19 había inflamado la médula y que padecía una malformación en la primera y segunda vértebra de la columna cervical. Los profesionales también descubrieron que se trataba de un problema de nacimiento que Cristian y su familia desconocían por completo dado que “nunca había sentido dolor e incluso los médicos hasta el día de hoy no saben cómo estoy caminando. Consultamos a tres especialistas y todos me dijeron lo mismo”.
El joven molinense contó que en un primer momento los médicos le hablaron de una sola operación, pero finalmente le confirmaron que serán dos. Al respecto, señaló: “En la primera me van a poner una especie de chaleco que tiene unos fierros que fijan la cabeza para que no se mueva porque, según explicó el cirujano, la cabeza va a quedar sin sostén. Quedaré dos días en terapia y luego me volverán a operar del lado de atrás, en la zona de la nuca, para fijar y poner la prótesis. Si Dios quiere y está todo bien, serían tres o cuatro meses de rehabilitación y supuestamente vida normal. Voy a quedar con un 50 por ciento menos de movilidad hacia los costados por la prótesis, pero eso es lo que menos importa ahora”.
Con total valentía, Cristian aclaró que el objetivo de la prótesis es sostener la primera y segunda vértebra de la columna teniendo en cuenta que existe una separación entre ambas de –aproximadamente– dos centímetros. “Muchos me preguntan qué pasó con la vacuna, si me hizo bien o mal. Al final tenemos que agradecerle porque de no haber sido por la vacuna que me inflamó la médula nunca hubiéramos sabido de esa malformación que yo tenía de nacimiento. Consultamos a médicos de Buenos Aires y todos coinciden en que hay que operar sí o sí para descomprimir la médula, poner una prótesis y que esto no siga avanzando con el correr de los años como lo venía haciendo”, concluyó el joven.
A lo largo de la cruzada solidaria diferentes voces se alzaron con una carga emocional muy alta ante la presencia de tantísimas personas que no dudaron en buscar hasta encontrar la forma de participar. Una de ellas fue Luciana Bussi, presidenta de la Cooperativa de Servicios Públicos de la localidad, quien remarcó “la solidaridad que veo en la gente, en la respuesta que tuvimos todo el tiempo, en los colaboradores, en las personas que están presentes y en quienes se llegaron hasta el buffet para comprar. Esta vez es Cristian y ojalá no haya otro Cristian, pero uno nunca sabe, uno es mamá y estas cosas te movilizan y te hacen poner en esta situación de decir tengo que estar presente y ayudar. Para mí es eso. Es agradecer, colaborar, ser solidario y pensar siempre un poquito en el otro porque en algún momento podemos estar de ese lado y no sabemos si no nos podemos necesitar”.
Por su parte, el presidente comunal Ignacio Galligani agradeció “a toda la gente que está participando, que está colaborando, a las radios, a las instituciones, a la gente que se acercó al evento, a la que viene a comprar comida y a todos los que acercaron donaciones. Mucha gente del pueblo y mucha gente de afuera. Esto tuvo una linda repercusión y esperamos lograr el objetivo y enfocarnos en Cristian, que esté bien, con salud y que esa sea la recompensa de todo esto”.
El titular de FM La Loma, Javier Cáceres, destacó la figura de Miguel Spinelli porque “fue el que pegó la patada inicial, me convocó a mí, después convocamos a las instituciones y acá estamos en la cruzada solidaria para Cristian. Está todo a la vista. Agradecer a todos los cantantes, a los chicos que bailan, a ustedes y a la gente por colaborar”.
Siguiendo esa misma línea, y como director de Radio Noventa, Miguel Spinelli se mostró “contento de esta noche que estamos viviendo en la Sociedad Italiana, todos juntos por Cristian Brandi. El que está presente la verdad que apoya, vino, colabora y le da fuerzas a Cristian; y al que no veo, que lo conozco y lo retengo en mi memoria, lamento profundamente que no haya venido a acompañar. Era imprescindible decir que sí en esta cruzada solidaria. Pero muy feliz, en definitiva, por la gente que vino. Muchas gracias”.
En lo personal, y a modo de reflexión final, celebro la empatía de todas las personas que aportaron su granito de arena en esta causa solidaria que siempre tuvo un único objetivo: ayudar a Cristian y a su familia. Con más errores que aciertos, seguramente, traté de colaborar desde el lugar que me tocó. Y digo con errores porque sé que en mi rol de conductora a veces falla la voz, sobre todo a medida que van pasando las horas y cuando la situación amerita tener que elevar el tono.
De todas formas, creo que en determinadas circunstancias hay que saber mirar el medio vaso lleno. Por eso hoy elijo quedarme con las palabras de su mamá, Claudia Salas, en forma privada cuando ya estaba por finalizar la cruzada, y en su nombre el agradecimiento de toda la familia. Más allá de las diferencias que puedan llegar a existir, que siempre las hay en cualquier parte del mundo, quedó demostrado una vez más que cuando se quiere, se puede. Esta vez fue por Cristian, pero el día de mañana puede ser por cualquiera de nosotros.
